Los premios Sony World Photography Awards, cuya octava edición se ha celebrado este año, son todo un fenómeno. Se trata del mayor concurso de fotografía del mundo y contó con más de 173 000 participantes en 2014. Por ello, decidimos asistir a la ceremonia de premios que tuvo lugar en Londres y ser testigos de su año más exitoso hasta la fecha.
La mañana
Nuestro día comienza en el Mondrian London at Sea Containers, un hotel a orillas del Támesis. Cuando las puertas del ascensor se abren en la planta 12, nos aguardan las impresionantes vistas del horizonte nublado de Londres. Es allí donde hablamos con Scott Gray, fundador y CEO de la WPO, que se muestra agradecido con Sony por la larga colaboración que han mantenido. "Sony se embarcó en este proyecto cuando los premios eran un mero concepto, lo cual fue un gran acto de fe por parte de una empresa de su tamaño y estatus".
Vistas desde el balcón del hotel.
Los premios Sony World Photography Awards (SWPA) tienen una naturaleza inclusiva, única en su clase. Con categorías de participación para fotógrafos con todo tipo de habilidades, los SWPA han querido dejar de lado cualquier tipo de elitismo que pudiese desmotivar a los principiantes a la hora de participar en la competición. Scott nos cuenta la inspiradora historia de un niño norteamericano de 12 años, Justin Lee, a quien su madre inscribió este año en la categoría juvenil. Su fotografía resultó seleccionada y fue muy elogiada, y finalmente quedó entre las 50 primeras. Le enviamos un mensaje comunicándole que había sido seleccionado mientras estaba en el colegio, lo cual le alegró enormemente, pero lo realmente maravilloso es que ha empezado a asistir a clases de fotografía y su biblioteca local expondrá su obra este verano.
"Los premios Sony World Photography Awards le han abierto a este niño de 12 años una puerta a la cultura, lo han motivado y lo han llevado a que se plantee hasta donde puede llevarle la fotografía. Para mí se trata de algo tan increíble e importante como premiar a Elliott Erwitt su contribución excepcional al mundo de la fotografía".
Scott Gray.
La tarde
Tras oír las inspiradoras historias de algunos de los nominados de este año, cruzamos el río para ver con nuestros propios ojos las imágenes de la exposición de los premios Sony World Photography Awards de este año. Somerset House ofrece el emplazamiento perfecto desde 2008 y su elegancia arquitectónica encaja a la perfección con la calidad del trabajo que alberga en su interior. Mientras caminamos sobre el suelo de madera de los vestíbulos y las salas, contemplamos todo lo que nos ofrece el contundente fotoperiodismo, las hermosas escenas de naturaleza y los conmovedores retratos.
El patio de Somerset House.
Es aquí donde hablamos con Liza Van der Stock, una estudiante de la Universidad de Gante que quedó en tercer lugar en la categoría profesional "Gente". Sus fotografías plasman la vida de una familia que se gana la vida grabando películas pornográficas. "Me pareció muy importante retratarlos en su vida cotidiana y luego en su trabajo, porque considero que existen muchos clichés o estigmas sobre la gente que se dedica a la industria del porno.
Cuando les conocí, vi que eran gente totalmente normal, con relaciones normales y una vida familiar normal, y creo que eso es lo que más me gusta del documental. Es el lado humano del kitsch y la impostura del porno".
Cada fotógrafo expuesto destaca por méritos propios; recomendamos a los visitantes de la exposición que pasen el mayor tiempo posible contemplando todos los trabajos.
Liza Van der Stock hablando con los asistentes a la exposición.
La noche
Una noche al año, el Hilton Park Lane se convierte en la sede de un emocionante homenaje a la fotografía, y reúne a algunos de los mejores fotógrafos del mundo en un mismo lugar.
Los primeros premios de la noche se otorgan a Yong Lin Tan y Svetlana Blagodareva, ganadores de las categorías juvenil y enfoque educativo; jóvenes talentos de los que, sin duda, sabremos más en el futuro. A continuación, nos tomamos un momento para echar la vista atrás en la inspiradora trayectoria de Elliott Erwitt, el destinatario del premio a la contribución excepcional a la fotografía de este año. A pesar de que Elliott no puede asistir, disfrutamos de un conmovedor vídeo que rinde homenaje a su trayectoria. Su familia y amigos le felicitan en pantalla, y cada uno de ellos comenta su sentido del humor único, del que todas sus fotografías dejan constancia.
Una muestra del trabajo de Elliott Erwitt’.
Tras una pausa en la que disfrutamos de una espléndida cena de tres platos, es hora de anunciar los ganadores para cada una de las 13 categorías profesionales. Durante 45 minutos, fotógrafos de Italia, Alemania, Canadá, China y otros muchos países se lanzan al escenario, todos eufóricos mientras vuelven a sus asientos sosteniendo orgullosos su trofeo.
El último premio de la noche es el Iris d'Or, el codiciado galardón que se otorga al mejor fotógrafo de entre todas las categorías. El merecido ganador de este año es John Moore, cuyas sombrías fotos sobre la crisis del ébola en Liberia también le valieron en primer premio en la categoría de temas de actualidad. Moore, que acaba de llegar de Irak, donde ha pasado una semana documentando el levantamiento del grupo extremista Estado Islámico, abandona el escenario con una mirada de incredulidad. "El año pasado cubrí uno de los acontecimientos más duros que he contemplado en mi carrera, y me siento muy honrado de que el jurado haya elegido esta serie fotográfica en particular. Estoy muy agradecido a la gente de Liberia, que me permitió fotografiarles en una situación tan difícil".
John Moore.
Obra de John Moore en pantalla durante la exposición de los SWPA.
Y con esto, la ceremonia toca a su fin. Mientras la gente comienza a levantarse de sus asientos y John continúa consumido por una oleada de cámaras y periodistas, tenemos la oportunidad de reunirnos con Jocelyn Bain Hogg, uno de los jueces honorarios de este año. Acabamos hablando de las fotografías ganadoras de John. "Este trabajo reflejaba algo horrible, pero lo hacía con humanidad", comenta. "Cuando formas parte del jurado tienes que mirar miles de fotos y, cuando algo se ha hecho con convicción, pasión, humanidad y corazón, salta a la vista.
Aquí estamos juzgando un premio mundial. Son los premios Sony World Photography Awards, no se trata de valorar fotos bonitas, es algo que va más allá de eso, que tiene un significado más profundo. Creo que todo el jurado era consciente de ello".
El salón de actos se ha quedado vacío. Mientras las luces del edificio se encienden y se retiran las copas de vino vacías, los invitados se dirigen hacia la posterior fiesta en la sala contigua, donde continúan bebiendo, posando para las fotos y dando palmadas en la espalda a los ganadores. Han sido otros 12 emocionantes meses para los Sony World Photography Awards y estamos deseando revivirlo todo de nuevo el próximo año.
El plazo para las presentaciones del el próximo concurso Sony World Photography Awards se abrirá el 1 de junio de 2015. Si deseas obtener más información y presentar tu trabajo, dirígete al sitio web de la World Photography Organisation.